Una de las tradiciones más entrañables y arraigadas de la cultura hispana es la celebración de la fiesta de los Reyes Magos cada seis de enero. No pueden faltar en estas fechas las cartas a sus majestades, en las que millones de niños piden regalos; las cabalgatas, el roscón de Reyes, los zapatitos en la sala de la casa, el agua y el pasto para los incansables camellos... La noche del cinco de enero, los niños mal logran conciliar el sueño a la espera de sus regalos. Es la noche, nunca mejor dicho, más mágica del año.
Tampoco han faltado grandes poetas, como Lope de Vega, Eugenio D'Ors o Luis Rosales, que le han dedicado al singular episodio de la Epifanía sus inspirados y tiernos versos. Aquí les dejo una pequeña selección de algunos de los más entrañables y bellos poemas que se han escrito en lengua española. ¡Que los disfruten en este día de mucha ilusión!
La llegada de los Reyes Magos
Reyes que venís por
ellas,
no busquéis estrellas ya,
porque donde el sol está
no tienen luz las estrellas.
Reyes que venís de Oriente
al Oriente del sol solo,
que más hermoso que Apolo,
sale del alba excelente.
Mirando sus luces bellas,
no sigáis la vuestra ya,
porque donde el sol está
no tienen luz las estrellas.
No busquéis la estrella ahora,
que su luz ha oscurecido
este sol recién nacido,
en esta Virgen Aurora.
Ya no hallaréis luz en ellas,
el niño os alumbra ya,
porque donde el sol está
no tienen luz las estrellas.
Aunque eclipsarse pretende,
no reparéis en su llanto,
porque nunca llueve tanto
como cuando el sol se enciende.
Aquellas lágrimas bellas,
la estrella oscurece ya,
porque donde el sol está
no tienen luz las estrellas.
porque donde el sol está
no tienen luz las estrellas.
Reyes que venís de Oriente
al Oriente del sol solo,
que más hermoso que Apolo,
sale del alba excelente.
Mirando sus luces bellas,
no sigáis la vuestra ya,
porque donde el sol está
no tienen luz las estrellas.
No busquéis la estrella ahora,
que su luz ha oscurecido
este sol recién nacido,
en esta Virgen Aurora.
Ya no hallaréis luz en ellas,
el niño os alumbra ya,
porque donde el sol está
no tienen luz las estrellas.
Aunque eclipsarse pretende,
no reparéis en su llanto,
porque nunca llueve tanto
como cuando el sol se enciende.
Aquellas lágrimas bellas,
la estrella oscurece ya,
porque donde el sol está
no tienen luz las estrellas.
Félix Lope de Vega
Villancico de Dios en los cabos
Suenan tambores, suenan,
suenan, suenan
gaitas, chirimías, cuernos y vihuelas.
gaitas, chirimías, cuernos y vihuelas.
—Dígame, Rey Mago,
quién le trajo aquí.
—De mi torre pina
estrella que vi.
quién le trajo aquí.
—De mi torre pina
estrella que vi.
—Y a ti, pastorcillo,
¿quién te lo anunciaba?
—Por mis soledades
un Ángel pasaba...
¿quién te lo anunciaba?
—Por mis soledades
un Ángel pasaba...
Escribas cerraron
puertas y ventanas.
Huyen mercaderes
de visiones vanas.
puertas y ventanas.
Huyen mercaderes
de visiones vanas.
Para calar pronto
si viene el Señor,
cuídate ser Mago
si no eres pastor.
si viene el Señor,
cuídate ser Mago
si no eres pastor.
Oigan los señores, ¡oigan,
oigan, oigan!
Dios está en los cabos: los cabos se tocan.
Dios está en los cabos: los cabos se tocan.
Eugenio D’Ors
Que es la
noche de Reyes
Que
es la noche de Reyes,
duérmete pronto,
ya se oyen sus caballos
bajo los chopos.
duérmete pronto,
ya se oyen sus caballos
bajo los chopos.
Duérmete, hijo, duerme;
cierra los ojos,
que si te ven despierto,
por ser curioso
tus zapatos, al alba,
estarán solos.
cierra los ojos,
que si te ven despierto,
por ser curioso
tus zapatos, al alba,
estarán solos.
Duérmete, hijo, duerme;
cierra los ojos,
que están los Reyes Magos
bajo los chopos.
cierra los ojos,
que están los Reyes Magos
bajo los chopos.
José
Luis Hidalgo
Navidad y Epifanía
Blanca
de corderos,
rubia de luceros,
diáfana y tranquila noche de Belén.
Nevadas colinas,
auras peregrinas,
mecen los olivos en blando vaivén.
rubia de luceros,
diáfana y tranquila noche de Belén.
Nevadas colinas,
auras peregrinas,
mecen los olivos en blando vaivén.
«Con el ala de ave
de mi barba suave
al recién nacido yo quiero abrigar.»
de mi barba suave
al recién nacido yo quiero abrigar.»
Y el negro monarca
de ardiente comarca
Baltasar —en ónix el bronco perfil—.
Baltasar —en ónix el bronco perfil—.
«Oh Rey sempiterno
—dirá triste y tierno—,
para ti soy trono de ébano y marfil.»
—dirá triste y tierno—,
para ti soy trono de ébano y marfil.»
Blanca de corderos,
rubia de luceros,
sagrada y hermosa noche del Portal.
rubia de luceros,
sagrada y hermosa noche del Portal.
¡Hosanna en la altura!
Por la tierra oscura
difunde la Estrella su luz inmortal.
Por la tierra oscura
difunde la Estrella su luz inmortal.
Carlos López Narváez
Villancico de la falta de fe
La estrella es tan clara que
no todo el mundo la ve.
no todo el mundo la ve.
En el cielo hay una estrella
nueva y lentísima, es
la estrella de Dios que guía
hacia el portal de Belén.
nueva y lentísima, es
la estrella de Dios que guía
hacia el portal de Belén.
Los Magos, como
son magos,
vieron la estrella nacer;
los hombres, como son hombres,
la miran y no la ven.
vieron la estrella nacer;
los hombres, como son hombres,
la miran y no la ven.
Baltasar tiene
la carne
morena como el almez;
es viejo, tan viejo
que ha muerto más de una vez,
morena como el almez;
es viejo, tan viejo
que ha muerto más de una vez,
y Melchor es tan
creyente,
tan iluminado, que
siempre que sus ojos miran
se ven sus ojos arder.
tan iluminado, que
siempre que sus ojos miran
se ven sus ojos arder.
Pasan ciudades,
ciudades
con calentura en la sien,
donde la estrella, que es niña,
se apaga para no ver.
con calentura en la sien,
donde la estrella, que es niña,
se apaga para no ver.
Pasan desiertos,
desiertos
como los hombres también,
y bosques que acaso nunca
volverán a florecer.
como los hombres también,
y bosques que acaso nunca
volverán a florecer.
Pasan años y los
hombres
siguen padeciendo sed,
la estrella sigue en el cielo,
solo muy pocos la ven.
siguen padeciendo sed,
la estrella sigue en el cielo,
solo muy pocos la ven.
Luis Rosales
MI EPIFANÍA I
ResponderExcluirAlfabeticamente, se limita a la descripción de una noción metafísica imprecisa, como en el poema siguiente:
.
.
Adviento es el principio
Belem, cuna celestial.
Contemplación total.
.
Dios, en su Trinidad.
El centro es cristo
Fingido, nada
Glorificador universal
Hombre, Espiritu, PADRE.
.
Incienso: porque es Dios
Justicia, igual a evangelio
Kidush, bendice el vino
Leamos al profeta
Llamaríase aparición.
.
Mirra: porque es hombre.
Navidad, es epifanía,
Ñono, es infantil poema.
Oro: porque es rey,
,
Primero es Cristo
Quién no quisiera llegar
Reyes con sus dones
.
Secreto, público y notorio
Tiempo de navidad
Uno solo. Es Padre.
Visible e invisible.
Wau, ¡wau! ¿Qué me espera?
X: chréstos, “ungido”
Yo, no muero… solo existen
Zarzas ardientes
.
.
Dr. Rafael Merida Cruz-Lascano OFS
Ambassadeur de la Paix.
cercle universel des ambassadeurs de la paix France/Suisse
Sistema de Información Cultural -SIC-
Dirección General de Desarrollo Cultural y Fortalecimiento de las Culturas
Ministerio de Cultura y Deportes. Guatemala